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martes, 27 de diciembre de 2016
Dormir en su pecho.
sábado, 17 de diciembre de 2016
y se vistió de dolor
con una pizca de corazón.
Veía como las sombras se posaban en su hombro
palabreando con veneno.
Era demasiado fácil dejarse llevar,
creerse toda aquella blasfemia hecha de amargura,
pintar su vida de negro
y cubrir cada rayo de esperanza.
Eran tan sumamente fácil
que apetecía echar otro trago
y empezar a consumirte por los miedos.
Así lo hizo.
Se empapó de cada mililitro de alcohol,
se bebió cada mal augurio
y comenzó a vomitar realidades teñidas de desamor.
viernes, 9 de diciembre de 2016
Viva
La soledad ha elegido aleatoriamente esa canción,
se me humedecen los ojos,
me he acordado de ti
y he escuchado un par de latidos.
Es tu recuerdo lo que me aviva
cuando me estoy muriendo.
Es así, te echo de menos,
pero son tus sombras las que me acompañan
y me dicen que un día quise de la única forma que se puede hacer,
-de verdad-.
Aquí estoy viendo como el dolor bombea mi corazón,
la nostalgia recorre mis venas,
pero estoy viva
o eso me dicen tus sombras.
Siento como el pulso se acelera en mi muñeca
¿Tanto necesito revivir nuestras viejas fotos?
¿Tanto te quiero aún cuando dejé de pensarte?
Pero me das vida
a la vez que me la quitas,
y aunque ya no te lloré
Melancolía me visita al escuchar tu nombre.
No sé si es el amor que me queda
o el dolor que siento por tu ausencia
pero me reviva.
Tú me haces estar viva.
lunes, 5 de diciembre de 2016
Aquí estamos mirándonos sin ser capaces de alejarnos porque pensamos que somos dueños de esta puta realidad, pero no. Nosotros mismos entendemos que alargamos el dolor aunque ya no estamos haciendo daño. Nos faltan fuerzas para cerrar el puño y apretar los labios para comenzar un camino sin buscar al otro al lado.
Que sí, que nos queremos con los ojos cerrados.
Que sí, que hemos visto muchos amaneceres.
Que sí, que tu sombra busca mi cuerpo.
Pero somos sombras que repelan el sol, se esconden en la oscuridad y entre tanta oscuridad se pierden. Nos susurramos alto para encontrarnos, pero no rozamos ni las puntas de nuestros dedos.
Yo te quiero, pero hoy no es nuestro día ni nuestro mes y puede que ni nuestro año.
jueves, 1 de diciembre de 2016
Sombras
ellas van a sonreírte
y te recordarán el placer de que la boca te sepa a sangre.
Te van a mentir al oído,
y excavarán debajo de la piel.
Aprovecharán tus miedos
para encontrar hojas con las que atravesarte el pecho.
Te harán subir y bajar
vivirás en una montaña rusa dónde acabarás vomitando
y no te guardará la espalda.
Construye los barrotes de tu jaula.
Echa el candado
y tira la llave al mar.
Te encarcelará a la fuerza de susurros,
pero echa un trago entre palabra y palabra.
Es una putada
dejar que te parte el alma
una lengua envenenada
con unas manos de espinas,
pero tú eres un necio que no entiende nada.
sábado, 26 de noviembre de 2016
jueves, 17 de noviembre de 2016
Yo no quería irme, pero tenía que soportar el dolor de tu marcha. Que me querías decías mientras que desenredabas tus dedos de los míos. Somos diferentes me repetías, pero no recuerdas cómo encajaban nuestros cuerpos.
No soy chica de despedidas, soy más de verte al día siguiente y besarte como si no te hubiese visto en media década, pero te querías ir y yo no podía retenerte cerca. No sabía que hacer para que usarás mis caderas de salvavidas y sólo quisieras quedarte un día de menos.
Sonreí y fingí que mi estómago ya no revoloteaba.
Sonreí y fingí que no te echaría de menos.
Sonreí y fingí que tu ausencia no me desgastaría el arma.
Pero yo no soy una actriz que actúa bajo los focos de tu mirada cada noche. Yo no puedo decir que me jode que esto se acabé y que no estés cuando se me descosen las heridas.
Lloré y me tragué las ganas de llamarte.
Lloré y al recordar que hay finales inevitables.
Lloré y apreté los labios para ahogar cada sollozo.
Yo no quería despedirme, pero tú ya memorizabas mi cuerpo desnudo mientras que dormía contigo.
jueves, 10 de noviembre de 2016
Ayer hablé de ti
domingo, 6 de noviembre de 2016
Disparos
cada paso que das es en falso
y siempre te tropiezas con el pasado.
Estás en mitad de tu guerra
huyendo de aquello que desconoces
para abrazar más fuerte al pasado.
Ya conoces tus errores,
piensas que sabes desactivar las bombas
que acaban haciendo añicos a tu alma.
No te equivoques.
Siempre cortas el cable equivocado
y todo lo que quieres se destruye.
Tu amor está ardiendo
para ser cenizas
espolvoreadas por el viento.
Estas en el campo de batalla
sin ninguna protección
y estás preparado para recibir la misma bala
una vez tras otra.
Tienes miedo.
No sabes cómo será esta herida,
no sabes cuanta sangre brotará.
Pero ahí estás,
con todo el pecho desnudo
para repetir disparos
y revivir errores.
viernes, 4 de noviembre de 2016
Gracias
Ojalá llueva
que no sepas donde quedarte,
toques a mi puerta
en busca de ropa seca
y un café caliente.
que no tenga un paraguas que prestarte
y te apetezca quedarte.
y los relámpagos iluminen tu pecho
al mirarme.
ojalá tocarás a mi puerta;
ojalá te quedases
porque me recuerdas,
porque me extrañas,
porque me quieres.
para que me besarás
hasta que se sequen los charcos.
jueves, 27 de octubre de 2016
Miedo
Ese miedo de querer llegar alto porque en el suelo no encuentro unos que me miren. El pavor de querer más de lo que se puede, más de lo que puedo.
miércoles, 26 de octubre de 2016
Hilos
Tenemos la soga puesta y sólo tenemos que contar hasta tres para saltar y olvidar cada error que cometimos con el otro queriendo.
Aunque suene cobarde, tenemos que huir de aquellos miedos que nos crucifica la razón y nos golpea en el pecho.
Hoy, todo el amor que nos unía nos separó. Nos hemos roto -uno al otro- y hemos intentado atar nuestros extremos al futuro para así besarnos durante dos meses más. Pero no podemos aunque queramos. No somos fuertes. No creemos en la mirada del otro.
La suerte se despidió con un beso en la frente y nosotros sólo tuvimos que salir corriendo en caminos paralelos con la esperanza de que mañana veremos la verdad en las caricias del otro.
miércoles, 19 de octubre de 2016
Desde que era pequeña vi como con el calor el amor se derretía. No fueron pocas veces las que tuve que consolar corazones rotos en el mes de junio. Amigos lloraban en mi hombro y vi como se lamentaban al cielo azul. Se quejaban que el amor era aliado del invierno, de estar bajo las sabas y de buscar un cuerpo que te diese calor mientras que los cristales de las ventanas se empañaban.
Que manía tenían los corazones ciegos de vivir una época de soltería para poder mirar sin tapujos los cuerpos que salían del mar ¡Cómo si de un escaparate se tratasen! y pasar de boca en boca cuando el alcohol corría por sus venas. Nunca entenderé por qué solo se echa de menos cuando las hojas de los árboles se tiñen de tonos marrones, y cuando cambias las tirantas por la manga corta vuelves a llamar a esos brazos que te quisieron cuando le ponía cubitos al café.
Siempre vi que como la brisa de verano acababa con más relaciones que hurracanes derrumbaban casas. Nunca lo entendí. Jamás comprenderé la necesidad de alejarse de quién quieres cuando tienes más tiempo para conocer su cuerpo.
Desde entonces, el verano siempre será la prueba de fuego. Si aguantas ir de la mano en pleno mes de agosto o dormir abrazados sin aire acondicionado, sabes que ese amor es verdadero y todas las crisis de pareja se superarán porque quién puede con el calor puede con el amor.
martes, 18 de octubre de 2016
Por ti
algunas cicatrizaban,
otras sangraban
y yo sólo tenía tiritas para su dolor.
Abracé tanto su cuerpo
que olvidé que mi corazón
dejaba de latir
y pocas veces podía respirar.
Quise salvarlo,
yo ya caminaba por el infierno,
pero él se merecía tocar el cielo.
Acaricié cada una de sus lagrimas,
besé sus males
aunque estuviese caminando por arenas movedizas.
Adoraba las plumas de sus alas
y la luz que desperdía sus ojos
no podía dejar que se apagase.
Pocas veces vendí mi alma
al mismo diablo
para que conociera el paraíso
y me dejará en mis tinieblas.
Yo prefería arder
por verle brotar de sus miedos
Cielo gris
He maldecido al tiempo que pasé sin conocerte porque cuando llegaste tú fuiste el huracán que removió cada nervio de mi cuerpo. Hiciste tanto sin saberlo que no me permito guardarte en cualquier cajón lleno de soledad. Te quiero conmigo y puede que no ahora, pero sí en mis idas y quieras quedarte en mis venidas.
Te estoy escribiendo y no sé si lo leerás, pero te echo de menos y te necesito en mis alegrías porque tú eras mi suerte. ¿No te ves en cada rima consonante? Estoy gritando que te quedes.
Estoy escuchando nuestra canción sin poder tarareartela y se me está agrietando alma. Es que no quiero no estar a tu lado porque eres un jodido huracán que me convirtió en una fina lluvia.
sábado, 15 de octubre de 2016
Soy
Dejaba que confiase por mí porque yo sólo podía creer en sus ojos. Era tan estúpida. Siempre luchando por mantener a alguien sólo para que me hiciese feliz cuando en sus sabanas dormía cualquiera que no supiese echar de menos.
Cuantas veces no he pensado que no era lo mejor que podría pasarle en su vida y era normal que acariciase otras espaldas. Creía que tenía tan poco para darle que nunca entendía que conociendo a tantos cuerpos se quedará los días impares conmigo.
No me di cuenta de que estaba cavando mi propia tumba y cada herida que sangraba me la hacía yo cada vez que buscaba ser lo que yo creía que se merecías.
Cambié.
Por ti y no por mí.
Y aún así los días pares no me llamaba.
Me miré al espejo y vi que no me reconocía. Terminé siendo quién nunca quise ser y salí corriendo. Me he lamido todas las heridas, me he puesto tiritas en las que aún sangran, a veces, aún rebusco mis pedazos por las calles que caminé por tu mano.
Cambié.
Vi quién era.
Conocí cada uno de mis defectos.
Me empecé a querer por quién era y dejé de pensar en quién podía ser.
jueves, 15 de septiembre de 2016
Mi siempre,
mi ida y retorno
con los labios rojos dibujados,
ideas nubladas
y pasiones tatuadas.
Sus pupilas gritaban auxilio,
mientras que sus manos se ataban
se agarraban al dolor.
Su mente encarcelaba a su alma,
era presa de su propio cuerpo
cuando la oscuridad marcaba sus pasos.
Caminaba pérdida,
e intentaba no tocar al suelo,
pero no ansiaba el cielo.
No quería quemar sus alas,
ni aprender a volar con los ojos cerrados.
Eran dos en un espacio,
dos copias que chocaban
y sólo hacían ruido.
Chillidos que hacía eco
y nublaban la vista,
cuando intentaba perder el norte
para encontrar su sur.
lunes, 18 de julio de 2016
Quejas de nuestro paso por el infierno.
Buscamos luz
en cuerpos fugaces,
en inviernos,
en nosotros mismos
-donde sea-.
Intentamos atrapar cada mísera llama,
Cogiéndola con nuestras yemas,
Encarcelándola.
Pero aún así, suspiramos tan alto,
abrimos la puerta a recuerdos difusos,
Brotamos lágrimas,
Apagamos la única esperanza de huir.
Y nos quedamos abrazando la oscuridad
Un día más
o puede que dos.
No te voy a engañar porque sólo sé mentirme a mí misma. Sé que no volverás, pero yo me siento a esperarte en nuestro sofá. No me importaba cada discusión, sólo me preocupaba que no hubiese reconciliación. Tenía miedo de que huir no fuese la solución y sólo era una pérdida de tiempo porque tarde o temprano te buscaría -aunque supiera que no te encontraría-. Era eso, yo me engaña con cada "quizás" o "ojalá" que resoplaba mi cabeza mientras que tú insinuabas una despedida.
Y aún pienso que ojalá vuelvas a mi cama o puede que quizás sólo hayas olvidado el camino de vuelta.
No voy a engañarte, yo pienso mucho en ti y te escribo más; yo sólo sé mentirme creyendo que tú aún miras nuestras fotos con nostalgía
jueves, 14 de julio de 2016
Tú, la luz que apaga mis miedos,
Mi ángel de la guarda que me cuida
—aún sin saberlo—,
el amor que me falta,
La locura que me vuelve cuerda,
Los hilos que me atan a quedarme aquí —vivir—.
Tú siendo mi aire,
Avivando(me) el fuego,
Creando el caos que llamo hogar.
Tú, el recuerdo que no olvido,
El sueño desecho
como la cama cada mañana.
Eres la suerte,
La fortuna
Que nunca me toca.
domingo, 29 de mayo de 2016
Lo que nunca te dije
sábado, 21 de mayo de 2016
Por fin, mis demonios fueron espantados y mis monstruos guardados en el armario.
Bailaba en los acantilados con cuidado de no tropezarme, cada paso en falso era sumergirse en las tinieblas y ahogarse por la niebla aunque siempre encontraba la luz. Él me iluminaba con ideas sin sentido, con locuras mayores y con vida.
Me llenaba de vida cada ves que estiraba la soga, me salvaba de mis miedos, y el infierno ya no quemaba, sólo era algo más frio de lo habitual."
Siempre viviendo en un mundo gris, caminando contra el viento e intentando buscar una salida del infierno en mitad de la niebla.
Me escondía de mí y pocas veces intentaba buscarme, canturreaba al compás de los truenos y me relajaba ver el mar embravecido.
Mientras que tú, bueno eras el rayo que iluminaba mis tinieblas, se me hacia tan extraño encontrar luz cuando estaba poseída por la oscuridad. Pero así eras tú, llenabas todo de vida aunque yo marchitaba margaritas, intentabas salvar almas mientras que yo creaba huracanes para marearlas.
Te gustaba ver cómo caía el aguacero y todo el mundo se escondía "para dejarnos intimidad" decías, pero Cielo, contigo yo era una tormenta de cuentagotas, mi lluvia era fina y cálida.
Tú hacías que dejase de ser una catástrofe y dejase salir a Arcoiris dejando atrás mis tinieblas.
Contigo no era Tormenta, era lluvia"
Siempre vienes para irte,
Idas y venidas,
Saludos y despedidas.
¿No pensarás que eres eterno?
Porque mañana serás Recuerdo
Y pasado serás Olvido.
Crees que devorarás el mundo,
Que vivirás locamente,
Y besaras tantos cuerpos que no podrás contarlos.
Pero no, el tiempo vuela
Y tú no eres viento
Ni si quiera eres brisa.
Eres una hormiga en un mundo de gigantes.
¡Cuidado que te pisan!"
Nuestra sangre prendía haciéndonos ser presas del calor. Estábamos acorralados, sólo buscábamos desprendernos de todo -de todo lo puesto- y beber del uno al otro.
Puede que fuesen las llamas, el arder del estómago o el fuego que nos quemó tanto que acabamos siendo cenizas que el viento desperdigó en direcciones opuestas.
O
Piezas rotas de un puzzle.
Intentamos encajar a la fuerza,
Dándonos de golpes,
Golpe uno,
tras otro.
Recortamos nuestros bordes,
–dejando de ser nosotros, cambiandonos–.
Nos lesionamos, nos rompemos, recosemos nuestras heridas.
Fuego camina por Tierra prendiendo todo lo que se encuentra a su paso.
Tierra busca humedecerse -revivir- llama a Agua.
Agua mata a Fuego, lo acorrala.
Fuego se queda inmóvil,
Sólo va a ser catástrofe,
Pasado negro
Y presente gris.
Pero Aire aparece y corre a su lado.
Aire aviva a Fuego.
Fuego sigue a Aire.
Y ahora Destrucción encontró a su Caos.
Aire aparta a Agua de Fuego,
Agua alimenta a Tierra para que Fuego pueda prender por ella.
Te echo en falta cuando llueve, cuando suena nuestra canción o voy caminando sin sentido —a veces, miro al lado para ver si estás–.
Te echo de mi vida, de mis añoranzas y mis tristezas. No quiero días felices y que tú estés –o puede que la felicidad se acabase al irte—, no quiero ver cómo vuelves, cómo regresas y yo olvido las penurias por el cariño que te tengo.
Me paso los días echándote de más y de menos. Me paso la vida pensando(te) de qué forma te echo.
sábado, 9 de abril de 2016
sábado, 26 de marzo de 2016
En un mundo gris
Que desprecia a las personas
Haciéndonos ser números, cifras sin sentido.
Vivo en un mundo corrupto
Dónde el dinero conquista corazones
Y la belleza es tu única meta.
Empatía y solaridad sólo aparecen el diccionario
y hasta él se ríe de nosotros explicando lo inexplicable.
Un trozo de papel no sabe que es amar,
Ni cuando se trata de añoranza o nostalgía.
Somos idiotas,
Vivimos en un mundo gris,
Somos un conjunto de desconocidos
Y que no intentan conocerse.
sábado, 19 de marzo de 2016
Soy Tormenta.
Cada vez que hablo los tejados de las casas vuelan,
con mis suspiros se crean remolinos en mitad del océano,
inundo ciudades por mi paso,
y dejo versos tristes en los buzones.
Cuando me enfado,
mis quejas se escuchan por toda la ciudad
y hace que los perros ladren.
A veces, en mitad de mi frustración
naufrago barcos,
veo como pulmones se encharcan
y personas se despiden con la mirada.
Soy Tormenta,
cuando conozco a Esperanza,
y en mitad de la oscuridad
marco un camino de luz.
Creo las mayores catástrofes,
soy el mayor miedo de cualquier persona,
todos temen encontrarse conmigo de frente,
Porque cuando llego,
perduro,
me equivoco,
y pocas veces huyo.