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martes, 14 de febrero de 2017

Vuela

Volarás,
surcarás los cielos
aunque yo no acaricie tus plumas,
emprenderás el vuelvo
y encontrarás el camino que te guiará
a un pecho
a un corazón
que sepa latir por ti.
Rozarás las nubes
al verla llegar
y pensarás que tu vida empieza
en sus caderas.
Serás un barco
que siempre naufraga en su boca
y llena de esperanza sus rotos.
Volarás,
sabrás que el amor se come
y no sólo se siente.
Atravesarás tormentas,
derrotarás a otros relámpagos por sus ojos.
Pero vuela
y acaricia el cielo
que en mi coraza ya no queda amor para los dos.
Despliega tus alas
y cuida tus plumas
antes de que el tiempo te pille por sorpresa,
antes de que devore ese corazón roto
que sólo proteges con el puño.
Vuela,
hay mucho cielo para encontrar unos labios
para que te besen de verdad.

domingo, 12 de febrero de 2017

Primavera

Yo sólo sé que las palabras valen más cuando se dicen en pasado.
Que yo quiero más cuando extraño, cuando no puedo; y he dicho haber olvidado hasta volverme a chocar con esos ojos.
Que es fácil decir, pero que difícil es mantener lo dicho.
Me quedo, pero ya me he ido más de mil y una noche a contar historias a otros oídos. Pero no soy despedidas, me escabullo en las sombras hasta ser el humo del ayer.
Soy un huracán que remueve a todo aquel cuerpo que puede latir rápido para ser su mayor caos, su pequeño desquicio durante el menos tiempo posible porque no me quedo —porque no me dejan quedarme—.
Voy a escribir versos tristes durante la primavera para dejar que el corazón se reponga en el otoño y volver amar en invierno, pero me iré en la primera noche de verano para comenzar mi naufragio en cualquier playa desierta.
Me voy, pero nunca del todo.
Puede que mañana te bese la frente y te mire con mis ojos tristes y te siga extrañando tres años más tarde. Pude que aprenda a quererte cuando no estás y empiece a llamarte grieta.