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domingo, 6 de septiembre de 2015

"Nosotros solíamos vivir los días lluviosos de una forma peculiar. Nos pasábamos el día tirados en la cama poniéndonos al día con nuestras lecturas pendientes. Solía ponerme su camiseta del Capitán América y de cualquier otro superhéroe —me gustaba como olía a él — mientras que él leía con las gafas en la punta de la nariz y su mano izquierda en mi muslo derecho.

No nos limitábamos a leer, sino que entre página y página siempre había besos, caricias por debajo de los libros y en demasiadas ocasiones dejábamos los libros en nuestras mesillas de noche o en el suelo de nuestro dormitorio para crear nuestra propia aventura debajo de las sábanas"




(Adivinad a que puede pertenecer esto)