.

.

sábado, 21 de mayo de 2016

Te echo de tantas formas y tan diferentes.
Te echo en falta cuando llueve, cuando suena nuestra canción o voy caminando sin sentido —a veces, miro al lado para ver si estás–.
Te echo de mi vida, de mis añoranzas y mis tristezas. No quiero días felices y que tú estés –o puede que la felicidad se acabase al irte—, no quiero ver cómo vuelves, cómo regresas y yo olvido las penurias por el cariño que te tengo.
Me paso los días echándote de más y de menos. Me paso la vida pensando(te) de qué forma te echo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario