.

.

miércoles, 25 de enero de 2017

Eternos

Te he visto en más tinta
de las veces que te he tocado,
pero te quiero
ya sea porque eres el papel 
que escucha cada a cada lágrima
o porque eres el verdadero futuro.

Entiendes cada palabra
que susurra mi voz entrecortada 
y porque tiemblo cada vez que me acaricias
que eres un terremoto
y yo una florecilla que baila a tu son.

Que me llamas Luna por cada verso triste,
pero cada mañana te sonrío al verte.
Luchas contra mi tristeza del pasado
para poder verme completamente desnuda cada noche.

Has sido espectador de cada una de mis luchas
y ves como acaricio al caos cada mañana,
pero me besas en mitad de la oscuridad de nuestras sábanas.

Y te quedas
aunque yo me haya ido innumerables veces 
sin decir adiós 
sin ninguna nota de despedida
siempre me has abrazado en mi vuelta
sin preguntar por qué
sin decirme nada.

Somos poesía
y tú lees entre versos
para callar mis suspiros
y cambiar mis miedos por quizás.

No sabemos despedirnos
sin alejarnos del corazón
y nos falta el aire
al remover el pasado sin nosotros.

Sólo somos eternos
cuando uno está junto al otro. 

lunes, 2 de enero de 2017

Diablo o ángel

Ahí estaba el Diablo llorando con una película de amor mientras que los ángeles desde arriba hacían planes para sabotear al propio Dios. El Diablo tiene cicatrices que no sanan como las tuyas y los ángeles se van de juerga y vuelven apestando a Whisky. 
Ni ellos son tan buenos, ni tú acabas con campos de margaritas queriendo. Entonces, ¿qué haces acumulando errores? Échate un trago y deja al pasado irse con una simple moraleja. 
Que no arreglas vidas con tantos lamentos, sólo un perdón a tiempo o a destiempo puede salvarte a ti -o a la otra persona- de seguir creyéndote Diablo que aún le llora a la soledad.
¿Qué haces que aún no has perdonado a tus sombras? Si sólo están cuando te empeñas en mirar hacía atrás en vez de frente.
Todos tenemos pasado, pero no quieras que sea tu presente ni tu futuro. Cierra los ojos y escucha tu canción como cuando los días eran fáciles o simplemente tararea un puñetero anuncio, pero no pienses, sólo crea una melodía.
Equivocarse es demasiado fácil, lo difícil es conseguir en cada tirada el premio de la feria; pero aún así, jugamos, nos equivocamos y si nos llega el bolsillo y las ganas volvemos a tirar. Tengo monedas sueltas, a este fallo invito yo.
Hasta Diablo se arrepiente de haber sido bueno, pero ahí está en su sofá llorando desconsoladamente porque los protagonistas se juraron amor eterno. ¿Y tú? ¿Te arrepientes de haber sido bueno o malo?
Sí equivocarse es la acción natural de los humanos, de nosotros ya que aprendemos de nuestros errores y todo sería más aburrido si se consiguiera todo a la primera; el arrepentimiento es el sentimiento natural porque nos inculcan que seamos buenos, callados y fuertes, pero pocas veces somos así. Somos de buscar buscar de cosquillas al asesino o al inocente, de gritar a quién nos susurra y derrumbarnos en el primer paso que se da con el pie izquierdo.
Puede que tú seas como el Diablo que a veces tiene corazón y llora o como los ángeles que tocan melodías con su arpa, pero a veces necesitan ver arder su alrededor.
Seas quién seas, es normal. Nadie te dijo como había que ser entre los humanos. Ninguno sabemos actuar entre nosotros.