Tápate los ojos cuando veas las sombras aparecer de frente,
ellas van a sonreírte
y te recordarán el placer de que la boca te sepa a sangre.
Te van a mentir al oído,
y excavarán debajo de la piel.
Aprovecharán tus miedos
para encontrar hojas con las que atravesarte el pecho.
Te harán subir y bajar
vivirás en una montaña rusa dónde acabarás vomitando
y no te guardará la espalda.
Construye los barrotes de tu jaula.
Echa el candado
y tira la llave al mar.
Te encarcelará a la fuerza de susurros,
pero echa un trago entre palabra y palabra.
Es una putada
dejar que te parte el alma
una lengua envenenada
con unas manos de espinas,
pero tú eres un necio que no entiende nada.
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