"Nos quisimos tan rápido y de una forma tan loca que cada vez que nuestros dedos se entrelazaban había fuego. Brotaba una leve llama en el estomago y se expandía por cada fina vena de nuestro cuerpo.
Nuestra sangre prendía haciéndonos ser presas del calor. Estábamos acorralados, sólo buscábamos desprendernos de todo -de todo lo puesto- y beber del uno al otro.
Puede que fuesen las llamas, el arder del estómago o el fuego que nos quemó tanto que acabamos siendo cenizas que el viento desperdigó en direcciones opuestas.
Nuestra sangre prendía haciéndonos ser presas del calor. Estábamos acorralados, sólo buscábamos desprendernos de todo -de todo lo puesto- y beber del uno al otro.
Puede que fuesen las llamas, el arder del estómago o el fuego que nos quemó tanto que acabamos siendo cenizas que el viento desperdigó en direcciones opuestas.
Hoy sigo siendo cenizas, y sigo buscando esa parte de mí que se fue contigo.
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