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miércoles, 10 de mayo de 2017

Baila sola

Siempre baila sola,
que si la sacas en una canción lenta
echa un trago
y mira a otro lado.

Que en su corazón sólo hay inviernos
y su cabeza es un tocadiscos de canciones melancólicas.
Ella llora fácil,
pero asegura que le falta corazón.

Cuentan que tiene los ojos más tristes nunca antes vistos
y la luna menguante le sonríe.
Siempre canta,
pero sólo si es a susurros.

Tiene piel de terciopelo
y sus mejillas siempre son besadas por el sol.
Escucha rock and roll
y la cerveza le gusta fria.

Dicen que un día derramó todas sus lágrimas
en una orilla
que desde entonces tiene cristales entre los dedos
y deja morir a las margaritas.

Siempre pisa los pies en el segundo compás.
Y deja que el viento la despeine.
Pocas veces besa,
pero siempre deja carmín rojo como prueba.

Nunca se le ha visto bailar una canción,
ni sonreír enseñando los dientes.
Dicen que una vez la vieron haciendo una mueca
y todos aplaudieron.

Que el otoño viaja en su espalda
y la primera llena de esperanza el corazón,
pero hoy ni siente ni padece.

Habla poco
y escribe todo lo que piensa.
Usa la tercera persona para hablar de ella
porque piensa que algún día ésta dejará de ser su historia.

Es cobarde,
soñadora
y tardona.

Porque aparece cuando acaba su canción favorita,
y sale corriendo en cuanto la miran de frente.

Me susurraron que ella un día no fue así
y yo nunca los creí.

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