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lunes, 17 de julio de 2017

Le escribo.

Le escribo al dolor porque es el único que siempre está.
Siempre se queda
por los seísmos,
por los truenos,
por la oscuridad,
por los lazos rotos
por los hilos enredados.

Le escribo al dolor porque siempre se queda
por la decepción
que rápido conocí a la hija de puta.
por el miedo,
por el silencio,
por la soledad
que es mi fiel compañera.

Le escribo al dolor porque siempre está
se esconde detrás del sofá
y siempre salta encima
cuando duermes en el lado izquierdo.

Cómo le gusta verme llorar,
esboza una leve sonrisa
y se traga la carcajada.

Me abraza más fuerte
hasta que me rompe tres costillas;
Y grito,
rabio,
y dejo que toda mi sangre aflore
que brote por cada poro de mi piel.

Le escribo al dolor
porque se queda
porque me hace humana
y me rompe,
porque está
y me canta
la canción más triste del mundo.

Le escribo al dolor
por sus fantasmas
que es el horror
la pesadilla que viaja a tu espalda.
El pasado que atrapa
y te rompe en milímetros el corazón.

Le escribo al dolor
porque siempre está
porque siempre me abraza
porque es el único que me escucha llorar.

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