.

.

domingo, 27 de diciembre de 2015

A veces le otorgamos nuestro dolor a alguien por no sentir lo mismo que nosotros.

Le culpamos de un sentimiento que no tiene pensando que no nos ha valorado o que no ve cada acción cometida por él. Vivimos en un mundo de ilusiones creadas por uno mismo que nos rompen al choque con la realidad. Nos engañamos y culpamos aleatoriamente.

Nos cerramos a un dolor creado a partir de nuestros propios sentimientos, un dolor creado por nosotros mismos de una forma cegadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario