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viernes, 6 de febrero de 2015

Aprieta y no ahoga.

Vivo con una soga en el cuello que cada día aprieta más, ahoga y oprime pero aún así me deja viva. Viva pero cada día mas rota, roturas que no cicatrizaran y que no se olvidan por más que se intentan borrar. Porque todo el dolor vuelve a brotar y aveces duele más de lo normal. Puede que mi vida cada día se inestabilice más, que puede que la mejor solución no sea encerrarse y evadirse sino que plantar cara a todo lo que viene por delante. Me doy cuenta que ningún camino es fácil, me doy cuenta que cada opción que elijas tiene sus consecuencias, que puedes ver que el invierno se vuelve en un infierno y el verano en infierno. 
Es triste darse cuenta que todo el mundo solo piensa en sí mismo y que solo te quieren para resolver sus propios problemas sin importarle lo rota que yo esté. Pero siempre me toca aguantar a cada golpe y disimular que no duelen. 
Ahora mismo no me sale ni la voz, siempre hay miedo que se vayan personas que han formado parte de ti, que te han ayudado a romperte más y no han valorando que estuvieras ahí. Pero lo mejor es ir a quien te trae más problemas de los que tienes. 

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